Unidad 2: Otros cuentos son posibles
Un día para el triunfo
Megan, Ema, Derek y Anthony son estudiantes de la localidad de
"Retomanía", la cual se localiza al sureste de la provincia de "Siempre
adelante". Es una pequeña ciudad
con 200 habitantes caracterizada con un clima veraniego, se encuentra cerca de la
costa y sus edificaciones son de colores vibrantes que alegran a los
visitantes.
Este pueblo lleva su nombre debido a que cada inicio de año se hace un
concurso de retos con el fin de recaudar fondos para apoyar los principales
emprendimientos de la ciudad. Cabe recalcar que la administración se encarga de
los insumos de seguridad como cascos, guantes, así como del personal en caso de
emergencia.
Megan es una chica aventurera de contextura gruesa y alta estatura, algunos
en su pueblo la compara con un roble. Derek siempre ha sido muy carismático y
despistado que esperó años para tener la edad suficiente para participar en
este concurso. Anthony, un chico de ojos claros y cabello rizado aparenta mayor
edad cuando se coloca sus lentes. Ema es una chica seria, pues emite sus
comentarios con mucha sinceridad, parecería que su vida conlleva un orden constante.
En el día del concurso Megan, Ema, Derek y Anthony llevan sus mejores trajes
deportivos, están muy alegres al ser un día despejado en el que se puede
respirar un aroma a victoria. Este año Megan y Derek forman un grupo, mientras
que Ema y Anthony conforman otro de los siete equipos que participarán en el
evento de este año conformado por siete retos.
El primer reto consiste en que cada participante pase sobre un puente de
madera de cuatro metros de largo que está sobre un riachuelo. Megan y Derek se
proponen a ganar, lanzan una moneda al aire y deciden quien pasará primero; pareciera
que el viento sopla a su favor y cumplen la prueba sin contratiempos. Por otra
parte, Ema, quien teme a las alturas, emite un grito y no se anima a cruzarlo,
sin embargo Anthony, su amigo desde la infancia, le dice palabras de apoyo y le
pide no ver hacia abajo mientras la guía.
El segundo reto es una carrera de atletismo con obstáculos de saltos y cuerdas,
los equipos calientan minutos antes de iniciar este reto, desde la distancia se
puede ver a Derek muy confiado y por su velocidad lleva la delantera superando
a los seis equipos restantes.
El tercer reto es muy importante pues permitirá que solo pasen cinco equipos
a la siguiente etapa. Se trata de lanzar pelotas de tenis en unos baldes a
cinco metros, para ello se requiere fuerza y precisión; Ema, convencida de sus
capacidades, lo logró en el menor tiempo.
A continuación los y las concursantes se preparan para el cuarto reto que consiste
en pasar a través de un túnel de tres metros, muchos en el pueblo temen este
reto pues suele marear a los y las participantes ya que es muy muy oscuro. Ema
y Anthony lo pasan sin inconvenientes, aunque se tomaron su tiempo, da la
impresión de que se agota su energía. Para facilitar el trayecto llevan
linternas, sin embargo Derek no se atreve ni a acercarse a la entrada pues
tiene temor a la oscuridad; Megan es muy competitiva por lo que lo lleva de la
mano y lo cruzan corriendo mientras él cierra los ojos.
En la quinta ronda Anthony despunta, puesto que su habilidad lingüística le
permitió formar palabras con unas pocas
letras y ganó casi todas las palabras del ahorcado. El público susurra que
desde niño pasaba horas y horas leyendo cuentos.
El sexto reto pone a prueba el valor de los tres equipos finalistas y la comunidad
estalla de emoción. En esta etapa deben encontrar la mayor cantidad de gusanos
en la tierra, los y las concursantes al sonido del silbato se lanzan a la caja
de arena y escarban lo más rápido posible para encontrar gusanos; Megan
demostró sus habilidades y valentía formando así parte de los tres equipos
restantes.
Son alrededor de las doce del día y la competencia se acerca a su fin con el
séptimo reto, se trata de realizar un castillo de fideos e hilos. Para éste ya
solamente quedan los equipos de Megan - Derek y Anthony – Ema, las barras no
dejan a apoyar a su grupo favorito.
Ninguno de los equipos sabe por dónde empezar. Sin embargo Megan recuerda la
resistencia de los triángulos que le enseño su madre, quien es ingeniera civil
mientras que Anthony realizó los nudos que le enseñó su padre, quien es
cirujano. Al final los grupos llegaron a resultados muy similares con lo que se
declaró un empate y el premio económico se repartió en partes iguales entre los
y las concursantes.
Entonces Derek tuvo la idea de compartir el premio y Ema sugirió comprar
juguetes para los niños y las niñas del hospital de la ciudad. Megan y Anthony
aceptaron con mucho agrado la propuesta y procedieron a preparar hermosas
envolturas para la entrega.
El pueblo al principio estaba algo descontento pues querían un equipo
ganador, sin embargo al ver la confraternidad de los y las participantes
aplaudieron como nunca antes se había escuchado en “Siempre Adelante”.
Fin
Autora: Anna Lucía Guamán Aucapiña
¡Qué inspirador cuento! Me encantaría vivir allí...
ResponderEliminarGracias por compartir y animarnos a hacer de nuestro lugar y contexto un mejor sitio de convivencia y confraternidad.
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